Unas 150.000 personas han salido a la calle en 90 centros de población de Rusia para denunciar el puecherazo habido en las elecciones legislativas de hace una semana. Esa cantidad de manifestantes era lo que una única fuerza política era capaz de movilizar solamente en Moscú en la época del presidente Borís Yeltsin. Sin embargo, tras lo sucedido hoy, algo profundo ha cambiado en el país, algo se ha roto dentro del régimen de Vladímir Putin.
Entre 20,000 y 25,000 manifestantes se reunieron en el centro de la capital rusa, reportó la agencia de noticias estatal Ria Novosti, citando a la policía. La participación ha sido pacífica, según los testigos, y no ha habido informes de disturbios.
Los manifestantes exigen la anulación de los resultados y una nueva votación. Rusia Unida, el partido del primer ministro, Vladimir Putin, sufrió grandes pérdidas, pero mantuvo su mayoría en el parlamento.
Los funcionarios electorales dieron a conocer el viernes los resultados oficiales: 238 asientos para Rusia Unida, 92 escaños para los Comunistas, 64 plazas para Rusia Justa, y 56 escaños para los Demócratas Liberales. Los manifestantes dicen que estos resultados son fraudulentos. Cientos de personas fueron detenidas durante las manifestaciones de esta semana.
En este sentido, el expresidente de la URSS se suma a las denuncias de fraude electoral en las legislativas de Rusia que concedieron la victoria al partido de Putin.
El primer y último presidente de la Unión Soviética , Mijaíl Gorbachov, se sumó a las reivindicaciones ciudadanas de los que denuncian fraude en los comicios legislativos celebrados en Rusia solicitando que se convocaran nuevas elecciones.
Gorbachov considera que las autoridades tienen que reconocer que hubo numerosas irregularidades y pucherazo y que los resultados que se han hecho públicos no reflejan la voluntad de los electores.
1 comentario:
Mucho apoyo para los compañeros/as rusos.
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