Pay attention
Podemos relacionarlo con 1984. Con todo el imaginario con el que Eric carga su obra de significado, esos símbolos que tanto nos recuerdan el totalitarismo. Pero sobretodo relacionarlo con dos cosas que hacen de nuestras vidas y el sistema en el que vivimos una novela muy bien montada, con todas las ideas concebidas para un fin concreto. La idea de la transformación del lenguaje a partir de objetivos como la sumisión, el control, la producción y el miedo construyen una sociedad vacía. No hace falta que lo diga para hacer florecer esta idea en vosotros; cuando has leído 1984 hay dos pares de sentimientos eyectados. El primero responde a la despreocupación, a la seguridad que sientes de no vivir en un lugar así y a la identificación de culpables en el hilo argumental. El segundo responde a la tristeza, visible en unas gotas de sudor frio en la piel y unas gotas calientes en los ojos, responde a la salida indisciplinada de tu interior de eso que podríamos denominar empatía, y que ayuda a comprender a los castigados, y cuando los comprendes resulta el compañero de esta segunda respuesta, la ira, la rabia, osadía del pensar por ti mismo, la rebeldía hacia un mundo demasiado finito para ser realmente así.
La idea que más trastorna mis sueños es la del olvido, no la acción involuntaria de dejar de recordar, sino como se detalla en el libro, la decisión quirúrgica de hacer olvidar hechos mediante todo un aparato fuertemente engrasado, vigilado y sistematizado tanto en unos como en otros, tanto en los trabajadores del lugar como en los habitantes del país. Y este olvido es recurrente para varias cosas que hoy día creemos tenemos totalmente liberadas del yugo del interés, la opinión pública, la libertad de expresión; ambas herramientas de la sociedad para informar, comunicar y denunciar. No es baladí que el sistema se haya hecho con ellas, de manera tan maquiavélica, orwelliana en este caso, para controlar la rebeldía, el caos, el consumo y la libertad. Conseguir esto de seres humanos es una tarea tan descomunal que la mayoría creen que no es cierto que se lleve a cabo, pero cuando empiezas a simplificar y a unir los puntos como un viejo juego infantil consigues ver partes de su juego. Pueden llegar a convencernos que dos más dos son cinco, y no por medio de la violencia directa de un golpe, más bien por la violencia de la enajenación hacia la curiosidad, la directa vaguedad que la alienación nos convierte en extraños de nosotros mismos, que nos convierte en entes lejanos entre sí, que nos convierten en una variable más en sus estadísticas para poder comenzar a vender un producto.
1 comentario:
Mi resumen ha sido sobre "1984" de Orwell, pero no ha sido más que eso, un resumen. Gracias por tu input crítico, muy interesante punto de vista.
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