23 octubre 2011

Medidas políticas electorales


Una decisión electoralmente acertada.
           
Hace aproximadamente unos quince días, en uno de los últimos Consejos de Ministros que le queda al actual gobierno, se decidió aprobar una medida según la cual los becarios podrán rescatar las cotizaciones.
            Realmente es una medida interesante, ya que aquellos trabajadores que hayan sido becarios en cualquier momento de su vida laboral podrán acudir a la Seguridad Social para solicitar el cómputo de las cotizaciones de esos períodos que tendrán efectos para el cálculo de su pensión futura.
            En ese sentido, tienen que acreditar, mediante un certificado de la empresa o entidad para la que trabajaron, que realizaron esas prácticas por su formación universitaria y que a cambio recibieron cualquier tipo de prestación económica. Pero para este reconocimiento, deberán hacerse cargo ahora de las cotizaciones no abonadas mediante la suscripción de un convenio especial.
            El límite computable máximo que se puede solicitar es de dos años. Y para dar facilidades, el Gobierno ha optado por permitir el pago de ese periodo en el doble del tiempo que se solicita. Es decir, si un ex becario debe cotizar ahora esos dos años, podrá realizar el abono de las cotizaciones hasta en cuatro años (también en un único plazo).
            Es interesante esta noticia, porque a pesar de que la medida en sí misma tendrá sus defectos, tiene una dosis alta de sentido común; ya que no era normal que los becarios no pudieran rescatar sus cotizaciones. Sí ya de por sí, los becarios se enfrentan a una serie de dificultades laborales, ya que en muchas ocasiones sus obligaciones dentro de sus centros de trabajo están por encima de sus derechos; esta medida en buena parte va a hacer valer su trabajo en forma de cotización.
            Pero lo más –o menos- sorprendente es que esta medida podía haberse llevado a cabo años atrás sin necesidad de emitirla a través de decreto, ya que así es como se ha aprobado, y por qué no, haberla cargado aún más de derechos hacia los becarios. Pero claro, estamos a un mes escaso de unas elecciones generales y todo pasa por la rapidez de las decisiones y por supuesto de apurar todas las medidas posibles con el fin de arañar hasta el último voto.
            Y muy probablemente sea así hasta agotar la legislatura ya que se va a querer hacer en un mes lo que no se ha hecho en años; y todo ello marcado por la necesidad no de mejorarle la vida a los ciudadanos de un país, sino por la necesidad imperiosa de ganar unas elecciones y de llegar al poder. Es triste, pero es así.
           

1 comentario:

Anónimo dijo...

Triste, no, tristísimo.