18 octubre 2011

Te dije que tenía la razón sobre el capitalismo



Decía Karl Marx que la historia se repite dos veces, una como tragedia y otra como farsa y hoy leyendo el libro de Gerald Brenan "El Laberinto Español" me fijé en lo siguiente refiriéndose a la época de la Restauración y el turno de partidos entre liberales y conservadores, lo cual me ha hecho reflexionar: " Por lo tanto, arregló las cosas (refiréndose a Cánovas del Castillo) de modo que gobiernos conservadores fueran regularmente reemplazados por gobiernos liberales. El plan seguido por él consistía en dimitir y dejar que los liberales resolviesen el problema en el momento que una crisis económica o huelga importante amenazaban las estructuras. Ello explica por qué la mayor parte de la legislación represiva aprobada durante todo el resto del siglo, fue precisamente obra de los liberales. Pero, en el fondo, no había gran diferencia entre liberales y conservadores, excepción hecha que los liberales eran anticlericales y se preocupaban por la educación, en tanto que los conservadores dirigían preferentemente su atención - sin excesiva impaciencia desde luego - hacia la agricultura y las condiciones de trabajo". 1

La similitud es clara, la historia se repite, dos partidos se turnan en el poder uno de cote más social -liberal (PSOE) y otro más conservador (PP) y tal como dice Brenan en el texto no hay gran diferencia entre ellos.

Buenas noches.

1- Brenan, Gerald (2009). El Laberinto Español, BlackList, Barcelona, 2008.

2 comentarios:

Paula G.A dijo...

Pues sí como ves esto no es reciente, el bipartidismo se ha venido arrastrando desde el siglo pasado y muy bien se ha mantenido. Lo raro en todo esto es que la gente se asombre ahora, cuando es cosa de echar una hojeada a la historia para ver que nos gobiernan los mismos con otra cara, otro logo y otros estílos de publicidad. Pero la esencia sigue siendo del mismo origen. No hay nada nuevo bajo el sol.

Anónimo dijo...

Aunque sea tópico, es lo que hay:

"Los mismos perros con distinto collar".

Y sí, Marx tenía toda la razón.