13 noviembre 2011

Al amor

        
           Éste es probablemente el mejor soneto escrito en lengua castellana, no sólo por su riqueza literaria y figurativa, sino también por el mensaje que encierra. El amor como tal no puede morir, pervive en aquellos que nos aman, y concede un orden simbólico al mundo que se rige inexorablemente por las leyes de la naturaleza. Éste el el soneto de la rebeldía, del amor, y de la vida perpetua. No necesita mayor presentación.
          

"Amor constante más allá de la muerte"

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora a su afán ansioso lisonjera;
Mas no, de esotra parte, en la ribera,
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
Venas que humor a tanto fuego han dado,
Medulas que han gloriosamente ardido:
Su cuerpo dejará no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.


FRANCISCO DE QUEVEDO (1580-1645)

1 comentario:

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo. Las coplas de Jorge Manrique a la muerte de su padre son increíbles. Nunca un poema me emocionó tanto. Leyéndolos sintonizas tanto que es como si fuera mi padre quien muriera

http://www.poesi.as/index1.htm

¿Y Miguel Hernández? POETA, con mayúsculas.


Me tiraste un limón, y tan amargo

con una mano cálida, y tan pura,

que no menoscabó su arquitectura

y probé su amargura sin embargo.

Con el golpe amarillo, de un letargo

dulce pasó a una ansiosa calentura

mi sangre, que sintió una mordedura

de una punta de seno duro y largo.

Pero al mirarte y verte la sonrisa

que te produjo el limonado hecho,

a mi voraz malicia tan ajena,

se me durmió la sangre en la camisa,

y se volvió el poroso y áureo pecho

una picuda y deslumbrante pena.


Entre los Latinoamericanos, sin duda, me quedo con Bennedetti.