07 noviembre 2011

No será país naranja

Noticia: http://www.google.com/hostednews/epa/article/ALeqM5iZS8QqOgncSxX14F038yrlZRVamQ?docId=1626991


La sentencia sobre Yulia Timoshenko era de esperar, si no ¿para qué Yanukovich y sus hombres desataron todo este barullo si no es para llevar el asunto a su final “lógico”?
Y es que al este de la línea Curzon el final lógico de los procesos políticos penales es siempre la condena.
Seguramente, en algún momento, su propia lógica les empezó a ser incómoda, pero ya no podían hacer nada, se han convertido en rehenes del proceso del cual la única rehén tenía que ser Timoshenko.
No podían mostrar debilidad. No podían admitir que, simplemente, no había ningún caso o que aunque las acusaciones están de alguna manera justificadas, sólo podrán considerarse como responsabilidad política y no criminal. A Timoshenko había que acusarla, detenerla, y finalmente condenarla.
Sin embargo, debían de saber que este proceso difamaría su imagen en el mundo, que complicaría sus relaciones con la Unión Europea y que, a la larga, sólo fortalecería a Timoshenko, la limpiaría de todos sus pecados....
Es por esto por lo que el proceso se alargó más de lo previsto, porque durante todo ese tiempo se estaban preguntando cómo salir de este asunto.
Sin embargo, la lógica del proceso político fue inexorable, la sentencía tuvo que caer, 
y cayó. 
7 años.

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