03 noviembre 2011

Ego, luego político


En este caso os traigo una noticia tan irrisoria como surrealista.

Se trata de una reunión del PP de Valencia, a cuyo final se programa el visionado de Sopa de Gansos, de los Hermanos Marx, rodada en 1933, película que he de confesar no he visto, pero me comprometo a verla en los próximos 7 días, ahí queda eso.

Al parecer en dicha película se parodia, seguro que muy inteligentemente, como es costumbre en estos cineastas, a la clase política, el egocentrismo, chapucería y demás cutrerío y surrealismo que la rodea, que al parecer hace casi 80 años también era actualidad, que poco hemos cambiado.

Pues en estas que nos encontramos a la Señora Barberá, al señor Fabrá y demás componentes de gabinete frente a dicha película, cuando lo que empiezan a ver les empieza a revolver algo en sus conciencias, se sienten identificados con los caricaturescos personajes representados en ella; ante la imposibilidad de hacer frente a este arrebato de sensatez u honradez, deciden minuto tras minuto ir abandonando sus asientos, huyendo así de posibles reprimendas morales interiores que puedan hacer tambalear su egocéntrica actuación política, quedando tan solo al final de la película una decena de espectadores.

Bueno tras el relato de este esperpento, digno de una segunda parte de la mítica película, la conclusión: la función pública ya había perdido su razón en Roma, no la recuperamos después y no lo haremos ahora.

No hay comentarios: