28 noviembre 2011

Objetivo Decrecimiento

Hoy comienza la cumbre de Durban en la que se volverá a hablar sobre la necesidad de reducir la contaminación y de luchar contra el cambio climático (como se lleva haciendo desde hace dos décadas). Sin embargo, las emisiones siguen aumentando año tras año y la situación empeora de manera exponencial. Esto no sucede sólo porque los EEUU y China no se comprometan en cumplir los diferentes tratados que surgen de estas cumbres, sino porque, especialmente en Occidente, existe una manera de pensar muy corta de miras en lo que respecta al cuidado del medio ambiente.
  Somos el 20% de la población mundial los que consumimos el 80% de los recursos del planeta y pensamos no solamente que es posible continuar así, sino que es recomendable continuar aumentando el consumo. No se piensan cosas como de dónde procede la gasolina que ponemos en nuestro coche (en el que vamos solos) y es que como se afirma en el libro: Objetivo Decrecimiento, compuesto por una recopilación de artículos publicados en la revista Silence, "la gasolina huele a sangre". Podemos pensar en dos casos muy recientes como son Libia o Iraq o pensar como consiguen las grandes multinacionales petrolíferas "su" petróleo de América Latina.
  Pienso que existen dos problemas principales a la hora de luchar contra el calentamiento global, uno es la poca conciencia que existe entre la ciudadanía por lo que es necesario informarse (y que nos informen desde los medios de comunicación de masas) para resolver este primer punto y; el segundo problema es la falta de voluntad política para resolver este problema desde la raíz, no vale con contentarse haciendo pequeños gestos que al final no conducen a nada, como pueda ser el firmar estos tratados que, al final, sólo sirven para reducir un poco la contaminación por cada país firmante pero que no ataca la conciencia del "crecer por crecer" existente en las sociedades de consumo.
  Por eso recomiendo de manera vehemente el libro antes mencionado: Objetivo Decrecimiento. Colectivo revista Silence. (2006). Traducción de Javier Fernández de Castro.

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