03 noviembre 2011

Manuales de "Educación para la ciudadanía".

Aquí dejo una noticia que me ha resultado bastante curiosa, no por su procedencia, sino por las formas en las que hace referencia a algunos conceptos y teorías económicas. Aquí van algunos ejemplos de lo que dice la famosa asignatura de "Educación para la ciudadanía" en las escuelas:

· “[...] Para evitar esa situación se necesita que los obreros adquieran conciencia de clase y se organicen revolucionariamente, es decir, que comprendan que sólo recuperarán su dignidad como hombres y trabajadores cuando acaben con el capitalismo como estructura social opresora” (Editorial Almadraba).

· “Existen numerosas instituciones y organismos que en lugar de favorecer la autonomía y la libertad, hacen lo posible por manipular y controlar la voluntar de las personas”. “(...) Ciertas organizaciones poderosas (empresas multinacionales, grandes bancos...)”. (Editorial Mc Graw Hill).

· “Una de las tareas de nuestro proyecto ético común consiste en mejorar las condiciones de los trabajadores. Durante siglos, apenas hubo regulaciones en el trabajo. Los horarios eran muy largos, no había vacaciones pagadas, ni jubilaciones. El que contrataba podía exigir lo que quisiera. Siempre había un trabajador dispuesto a hacer lo mismo por menos dinero. Los sindicatos, que son las organizaciones de trabajadores para la defensa de sus derechos, han tenido mucha importancia a la hora de conseguir algunas mejoras”. (Editorial SM).

· “D. Ramón era el dueño de una de las más importantes fábricas de papel del país. Debido a su avaricia por ganar dinero, no le importó que su fábrica contaminara el río sobre el que se asentaba, lo que provocó un vertido tóxico en el agua que llevó a la muerte a muchos peces y a la intoxicación de otros animales debido al consumo de agua y pescado contaminados” (Editorial Oxford Educación).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esté de acuerdo o no en lo que aí se dice, esas palabras me parecen la forma más ruin de adoctrinar a los niños con libros de texto. Y de obligar a una persona que no tiene por qué estar de acuerdo con lo que ahí se explica a darlo tal y como viene en ese libro.

En la calle, lo que quieras; en las aulas la mayor objetividad.

P.D: Ojo, que con la asignatura de ética y religión también me podría pasar años criticándola.