27 noviembre 2011

Domingo de poesía

Domingo de poesía

Rima LXII

Cuando me lo contaron, sentí el frío
de una hoja de acero en las entrañas;
me apoyé contra el muro, y un instante
la conciencia perdí de dónde estaba.

Cayó sobre mi espíritu la noche;
en ira y en piedad se anegó el alma,
¡y entonces comprendí por qué se llora!
¡y entonces comprendí por qué se mata!

Pasó la nube de dolor... Con pena
logré balbucear unas palabras...
¿Quién me dio la noticia?... Un fiel amigo...
Me hacía un gran favor. Le di las gracias.

Gustavo Adolfo Bécquer

1 comentario:

Anónimo dijo...

No sé por qué, pero a mí la rima de Bécquer que más me llega a lo hondo es esta.


"Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;

Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.

¡todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón;

Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor".